El crecimiento de la vid, julio 2015.
Las vides han crecido y desarrollado de manera espléndida durante los meses de primavera, gracias a las temperaturas suaves y la ausencia de lluvias o tormentas (que podían provocar la aparición de enfermedades y hongos).
Durante la segunda semana de mayo, las temperaturas fueron excesivamente altas durante algunos días, lo que provocó que los racimos perdieran parte de la flor (la que posteriormente se tendría que haber convertido en granos de uva). Así, este año tendremos una cosecha más corta que otros años, con menos cantidad de uva. Y como pasa cuando la cosecha es corta, tendrá gran calidad y un riesgo menor de problemas sanitarios.
La segunda quincena de junio realizamos el despunte de la vid. Como sabeis, lo que hacemos es cortar la punta de las ramas que llevan hojas jóvenes. Con ello, se busca limitar el crecimiento de la cepa y concentrar los nutrientes en la uva.
Llegamos a julio.
En los días que llevamos de julio, las repetidas olas de calor están empezando a provocar estrés hidríco a las cepas, lo que puede resultar en una mayor merma de la cosecha de este año. Las altas temperaturas del día se están uniendo a las altas temperaturas mínimas de la noche, lo que está provocando un estrés máximo en la vid.
Y la importancia de la cubierta vegetal.
Nuestro viñedo cuenta con una “defensa extra”, una aportación de humedad “extra” gracias a las precipitaciones de mayo y junio y que nuestra cubierta vegetal provoca que se mantenga en el suelo y evite su evaporación. Así, este año mantenemos grandes expectativas para la cosecha!:)
Este año, la cubierta vegetal ha sido muy abundante, con una gran diversidad de plantas y flores que han provocado, asimismo, una variedad de insectos en el viñedo que nunca antes habíamos visto.
Precisamente, esta diversidad de plantas e insectos es lo que reduce al mínimo el riesgo de enfermedades y plagas en nuestro viñedo este año.
Para este album, hemos contado con la colaboración de Santaella Contemporánea, que han realizado las fotos de cada una de las vides y han compartido con nosotros un día en el viñedo: paseando, conversando y pasando un poco de calor:) Aquí teneis el resultado. Muchas gracias a María José Cosano por su amabilidad, su compañía y su buen hacer.
