El crecimiento de la vid, junio 2014.

 
En 2014, al igual que el año pasado, hemos tenido uno de los mejores años que una vid pueda desear: lluvias en abundancia, días frescos y noches templadas.

Ahora estamos disfrutando de una primavera fresca que permite un crecimiento vegetativo idóneo para el buen desarrollo de la cosecha. Las semanas de calor en Mayo nos dieron algún susto -justo en el periodo de floración del racimo- y nos hizo temer lo peor. Pero, finalmente, lo racimos han cuajado y no ha tenido consecuencias.

Las cepas han crecido a muy buen ritmo y deberemos de despuntar en breve si queremos mantener el buen estado de salud de la cepa. ¿Recuerdas en qué consiste el despunte? Si lo olvidaste, Antonio lo explica:

Los racimos ya se están formando, floreciendo y cuajando. Las temperaturas suaves y primaverales nos anticipa una cosecha abundante y de gran calidad.

La cubierta vegetal ha sido muy abundante este año. La gran diversidad de plantas y flores han atraído un número y variedad de insectos como nunca hemos visto antes en el viñedo. Es precisamente esta diversidad de plantas e insectos lo que reduce este año al mínimo el riesgo de enfermedades y plagas.

Los riesgos a los que nos enfrentamos ahora son las altas temperaturas -que no está sucediendo por ahora- y algún aguacero inoportuno. Sin embargo, somos optimistas y pensamos que este año tendremos una cosecha abundante en el más amplio sentido de la palabra.

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