Cata de vino Piedra Luenga Amontillado por Isabel Mijares y Rocío Márquez
Isabel Mijares, la gran dama del vino en España, cata Piedra Luenga Fino con Rocio Marquez, enóloga de Bodegas Robles.
ROCÍO MÁRQUEZ
Una vida de fino, de repente ese velo desaparece y empezamos a criar oxidativamente durante años y años en botas de roble americano muy viejas.
ISABEL MIJARES
Esa mezcla de crianzas tiene su complejidad. Primero sorprende su vestido, cómo se mueve de bien, cómo se viste, con esa solemnidad que está vestido su movimiento en la boca. Su densidad, hay un momento en que la copa se inclina, la copa se está rindiendo a lo que tiene dentro y libera esos aromas complejos. Aquí hay frutos secos, frutos exóticos maduros pero todavía frescos. Y luego hay esa parte de madera que no lo está enmascarando, que le está aportando y está envolviendo como si la madera estuviera abrazando al vino.
Sus lágrimas son muy abundantes, sabéis que los franceses a las lágrimas le llaman muslo. Nosotros tuvimos que quitar esa expresión porque aquí se prestaba demasiado a broma.
Lo encuentro de una complejidad increíble todavía va a crecer mucho más. Yo creo que se puede guardar bien, se va a desarrollar hacia aromas posiblemente más de tostados. Va a ir hacia allí, porque sus compuestos lo están anunciando, tiene precursores aromáticos que nos lo están diciendo. Yo le llamo siempre al amontillado el vino de la indecisión: qué día decidir dejar la crianza biológica y pasar a la oxidativa, ¿me equivocaría? ¿era antes? ¿era después? Hasta los bodegueros que no sabían enología lo tenían muy claro.
(brinda) Por todos!
¿Os lo imagináis con una perdiz? Increíble cómo se encuentra con una perdiz.
Yo lo tomaría a dos temperaturas. El juego de las temperaturas en estos vinos es asombroso. Es lógico, los componentes que se liberan no son los mismos.
Son vinos de largo recorrido y deberíamos usarlos más en la mesa, en las comidas. porque van con muchas cosas: con una carne, con un embutido, incluso con un plato difícil de nuestros platos españoles de cuchara. Van de maravilla. Eso no es solo un vino de aperitivo, hay que olvidarse. Por eso yo no uso la copa de aperitivo,.
ROCÍO MÁRQUEZ
Hay una característica muy importante de estos vinos y es la levadura. La levadura autóctona que utilizamos de la piel de la uva. Esos aromas primarios que vienen de la uva, esos aromas a frutas con un punto de frescor. En nuestro caso, las levaduras se captan muy bien, era uno de nuestros objetivos: el velo de flor en nuestros finos y en el amontillado se nota la miga de pan, incluso ya un poco golosa.
ISABEL MIJARES
La levadura que mejor va es la que vive en el entorno. Lo demás, de acuerdo, yo no en contra del hecho de poder hacer una selección (de levaduras). Pero te imaginas si te llevas esta levadura a Sudáfrica y pretendes hacer este vino. ¿Qué va a dar? No va a responder. Le falta el entorno, le falta su vida.
Ahora se va abriendo este vino y va yendo hacia esos aromas de chimenea. cuando has apagado esa chimenea y estás oliendo la ceniza, está recién apagada. Es fantástico. También huelo un poco a los pies de ciertos árboles cuando paseas y hay un poco de humedad que está empezando a subir. Esos paseos por el campo con el rocío.
Brindamos por Córdoba, brindamos por Montilla, por Moriles. Brindamos por España, que salgamos pronto. Y brindamos por la vida. Por todos.
Rocío Márquez e Isabel Mijares catan Piedra Luenga Amontillado.
María Isabel Mijares y Garcia-Pelayo es, seguramente, la gran «Mujer del Vino» en España. Enóloga, química y escritora nacida en Extremadura, está reconocida como una de las personalidades más influyentes del mundo en el sector. Su trayectoria se remonta ya a los años 60 del siglo pasado. Fundadora de LACESA (Laboratorios de Análisis y Control Enológico), de Equipo TEAM( Tecnología Enológica y Alimentaría Mijares) y desde 2018, «StarWine LAB (World Winery Consultants)». Su currículum es inabarcable, ha sido directora y coordinadora de la Guía Campsa, luego Repsol, de los mejores vinos de España. También ha sido presidenta o miembro del jurado de numerosos concursos enológicos en España, Bélgica, Francia o Sudamérica. Medalla de Oro al Mérito Vitivinícola otorgado por la Federación Española de Enólogos. Medalla al Mérito Agrícola del gobierno francés en el grado de Chevalier.